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29 may 2014

Ninguna tempestad es para siempre

Conocemos a la ruin vida, cuando menos te lo esperas te sacude con un golpe bajo, es cruel y en ocasiones despiadada y los momentos de felicidad pueden desaparecer en un instante de un infortunio soplido.

Sabemos que tenemos que enfrentarnos a ella. No va a poder con nosotros. Pero la desdicha de manifestar éstos signos a una tierna edad, no tiene perdón. A pesar de eso, los niños son más fuertes que lo que algunos creen.
Son el receptáculo de la inocencia del futuro.
Ni la vida puede con ellos.



 Creedme. Fuertes, como ningún adulto.

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