Hace ya muchos años que los cartuchos y las videoconsolas no muestran un estilo própio que tenían desde el principio de su existencia. En GameBoy vimos juegos amarillos cual plátanos, dorados cual tesoro o plateados como la luz de la luna y en su versión a color les vimos las entrañas a éstos gracias a su característica transparencia. Así daba gusto jugar.
Pues se ha vuelto a repetir éste esquema enterrado en el bunker de ideas geniales de Nintendo y con la llegada de los remakes de 'Pokemon: Rubi Omega y Zafiro Alfa' tendremos consolas transparentes afines a sus colores como antaño tuvimos unos cartuchos alucinantes translucidos con logos brillantes.
Al parecer solo serán para la versión 2D de la portátil, que a pesar de su absurdo e incómodo diseño se está vendiendo muy bien. Al menos con ésto se ha roto la maldición que llevabamos años temiendo, el no volver a encontrarnos unas consolas transparentes nunca más. Personalmente prefiero portátiles asi de vistosas antes que machacadas ediciones especiales con la jeta del fontanero sonriendote como un gilipuertas en la tapa o cuatro serigrafías mal puestas para hacerte pensar que eres un autentico fan. Además, es un aspecto que nos recuerda a sus predecesoras.
Los cartuchos ya no son lo que eran, ahora el plástico blanco o gris lo cubren sin gracia todo. Pero la corriente puede cambiar, no? Esta vez la generación actual de little gamers no conocerán los cartuchos magma, oceano y radiactivo de Rubi, Zafiro y Esmeralda, ni nos obsequiarán con un periférico tan molón como el Pokewalker, pero vuelve un concepto perdido (aunque sea solo a la mancada subconsola) que puede hacer cambiar mucho el diseño artístico del futuro de los videojuegos.
Hay que liquidar las últimas 2ds antes que llegue la new 3ds, la new 3ds xl, la new 2ds, la new new 3ds, y así...
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