¿Será cierto que, entre nosotros, en un estrato inferior al nuestro, se encuentra una sociedad diminuta de humanoides? Quienes vayan buscando gigantes berrugosos con porras, niñatas fashion victims con problemas de estética o caracterizaciones dibujadas de la actitud hijadeputa del ser humano, no habéis acertado entrando en éste post.
Así se han integrado en nuestra sociedad. |
Desde su aparición en los textos del escritor Ludvig Mahler en 1946, como criaturitas de pequeña estatura que habitan en las colinas de la isla de Bornholm, han habído varios casos de personas que testifican haber visto dichos enanos rondando los montes, obviamente sin pruebas feacientes que lo demuestren. Así que ha llegado ya la hora de dejar las cosas claras, ostias. Todo sea por desmentir aquello que se dice de que la investigación en el mundo está de capa caída. Me río yo de las células madre o las fuentes de energía no contaminantes.
Con el fin de realizar ésta "investigación humanística" se pretende remover y examinar aquellas tierras mágicas en busca de nuestros supuestos primos en miniatura. Cosa que podría acabar en tragedia si, por ejemplo, abren una brecha a la guarida subterranea de los tremendamente torpes hombres topo o se encuentran con un nido de simbiontes carnívoros aletargados que alguna civilización antigua consiguió sellar.
Mierda, doctor, la medicación contra la cordura sigue sin funcionar!
En Homestuck se lo veían venir |
Alomejor no tiene ni puto sentido todo ésto, puede que ya estémos conviviendo con ellos ¿y si tu vecina, aquella viejecilla entrañable pero con mala leche, es en realidad un castillo equilibrista de trols recubiertos de ropas?
Humm, señora, necesito mirar debajo de su abrigo ¿No querrá interferir a la ciencia, verdad?
Fuente - SEPA MÁS -
No hay comentarios:
Publicar un comentario