A pesar de que el arte tiene mil connotaciones y cada cual lo percibe como quiere (algunos incluso el destruir) la gran mayoría coincidimos en que todo lo que se crea tiene
su parte de artístico. No solo es estética pura ni tiene que provenir de las manos del hombre, realmente eso no importa, aunque en innumerables ocasiones estas visiones están condicionado por la subjetividad y lamentablemente por
la moda que eclipsa con su poderio obras más humildes y no tan populares.
Una maldita roca colocada estratégicamente en un acantilado, deformada por el oleaje, puede sonsacar suspiros de inspiración. Dos palabras sin ninguna conexión aparente o un acto efímero que se te quede en la pupila grabada. Si remueve algo en tu interior o te hace aflorar emociones, por mi parte, me gusta pensar que estoy delante de algo importante. Eso es
arte para mi. Aunque habría que matizar mucho, claro. Creando sin destruir, reivindicando sin ser simple fachada estética... hay que ver muchos detalles.
Vale, ya me bajo de las ramas, que nos vamos de la cuestión.
Lo que hoy tratamos no es nada tan rebuscado, perdonad la intro pues pero necesitaba contarlo.
Apuesto a que muchos de vosotros, los que os movéis por internet desde hace unos años ya, habéis descubierto, admirado y difundido el arte más básico que conoce la informática, y no, no me refiero con que os la hayáis meneado con unos y ceros, hablo del
Arte ASCII.
Resumiendo
¿verdad que conocéis esas imágenes hechas con la tipografía y símbolos del teclado del ordenador? Esos códigos que, dispuestos de forma correcta y vistos desde prespectiva, cobra un sentido brutal. Los típicos códigos que se transmiten por los comentarios de las páginas webs en plan meme de forma rápida y sencilla. Pues señores, ahí tenéis una forma de arte espectacular y, en sus orígenes, tan costoso como si de un Rembrandt se tratase.
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No es una indirecta... pero si os sentís aludidos... |
La diferente combinación entre
todos los 128 caracteres que dispone el código ASCII (occidental) son los responsables de tales obras maravillosas. En la actualidad, como casi todo, este estilo ya ha perdido mucho sentido que digamos puesto que la ingente variedad de programas de los que disponemos también incluye
convertidores de imágenes reales a ASCII art. Por lo que ya, todo el mundo puede tener el falso nivel para crear estas portentos informaticos.
No obstante, he creido conveniente que conozcais la existencia de este apartado artístico que movilizó internet a
principios de los 90 y durante los 2000. Que os quedéis con su nombre, que os deis cuenta que los símbolos, unidos, cobran sentido.